La herencia de las más diversas culturas que a lo largo de los siglos se asentaron en Jerez, han dejado su impronta en arraigadas tradiciones y vestigios, que perduran y conforman parte esencial del pulso de la propia ciudad.
La dilatada ascendencia de culturas a lo largo del tiempo, la Xera fenicia, el Ceret fuertemente romanizado o la poderosa Sherisch musulmana, hasta la reconquista de Jerez en 1.264 por Alfonso X El Sabio, y su cristianización, han aportado a Jerez numerosos vestigios que enriquecen un patrimonio artístico de primer orden.
Su centro antiguo, declarado como "Centro Histórico-Artístico", nos ofrece barrios con auténtica solera, de recónditas calles, plazas y rincones, donde fuentes y naranjos se pierden entre palacios, iglesias y bodegas.