Conocer el centro histórico de Jerez, declarado Conjunto Histórico Artístico, a través de sus plazas es una experiencia con la que descubrir culturas como la fenicia, romana, musulmana y cristiana, pueblos que han dejado su huella en el entramado urbanístico y el patrimonio de la ciudad. Crear vivencias y recuerdos a través de sus atractivos, museos, casas palacio, bodegas, tablaos y peñas flamencas, degustar su gastronomía y deleitarse con los Vinos de Jerez disfrutando de estas plazas, ocupa un lugar privilegiado en la visita a la ciudad.
Plaza del Arenal
Plaza principal de la ciudad. Fue escenario de torneos, duelos, corridas de toros y carreras de caballos. En el centro, una obra ecuestre del escultor Mariano Benlliure. A pocos metros se encuentra el barrio extramuros de San Miguel, conocido por su arte flamenco, el Conjunto Monumental Alcázar de Jerez, la Catedral y el Palacio del Virrey Laserna, último Virrey del Perú y de España en América. Además de rodearse de todo este conjunto, la Plaza del Arenal nos va acercando a la Alameda Vieja.
Alameda Vieja
La Alameda Vieja destaca por ser una de las principales zonas de paseo de la ciudad y que nos da acceso al Conjunto Monumental Alcázar de Jerez, arquitectura almohade del siglo XII que alberga maravillas como la Mezquita, los Baños Árabes o el Palacio de Villavicencio. Justo en un lateral se encuentra la bodega González Byass–Tío Pepe coronada por la veleta Tío Pepe que cuenta con el récord guinness debido a su gran tamaño. Girando la mirada, encontramos la Catedral, templo en el que se funden los estilos gótico, barroco y neoclásico. Su torre-campanario se encuentra en un lateral y destacan su cuerpo inferior en estilo gótico y el barroco del superior, permitiendo unas espectaculares vistas de la ciudad. Desde la magnífica portada principal de la Catedral se contempla y accede a la Plaza del Arroyo.
Plaza del Arroyo
Su nombre se debe a una corriente de agua salobre que nacía y bajaba por las calles aledañas y que era aprovechada por el gremio de curtidores que se asentaron en este lugar. Finalmente, en el siglo XVI el arroyo se cubre y se crea la plaza.
En este emplazamiento se encuentra una de las puertas de entrada a la ciudad, la Puerta del Arroyo que pertenece a la Muralla urbana y data de 1.500. Su edificación principal es el Palacio de los Condes de Puerto Hermoso, donde pernoctó Alfonso XIII en su visita a Jerez en 1925 y a cuya derecha encontramos el Palacio de Bertemati, de estilo barroco y sede actual del Obispado de Jerez y en el que destacan el balcón y portada principal. En el centro de la Plaza se encuentra el busto del escritor jerezano, Padre Luis Coloma, autor de la obra ‘Ratoncito Pérez’.
En la aledaña calle Salvador se encuentran el Hammam Andalusí Baños Árabes Jerez, un lugar para relajarse. En la cuesta del Espíritu Santo se encuentran Bodegas Fundador y la fachada del Convento del Espíritu Santo, primer monasterio femenino de la ciudad. Perfilando el callejeo por el Jerez de intramuros se llega al Palacio de San Blas en el que son de admirar el balcón y su magnífico trabajo de forja. Seguimos adelante hasta llegar a la Plaza Belén.
Plaza Belén
Toma su nombre del monasterio de frailes descalzos que allí se ubicó a mediados del s. XVII y que estaba presidido por una imagen de la Virgen de Belén. En un lateral se muestra la fachada neoclásica del Palacio de los Condes de Montegil y se convierte en el espacio lúdico que antecede a otras dos plazas que llevan los nombres de las iglesias donde se emplazan: San Lucas y San Mateo y a través de las cuales vamos llegando al epicentro del barrio de San Mateo, la Plaza del Mercado.
Plaza del Mercado
Este espacio acogía el antiguo zoco o mercado árabe y durante la Edad Media fue el centro señorial y urbano de la ciudad. Actualmente, en ella se ubica el Museo Arqueológico que conserva fondos procedentes de los yacimientos neolíticos, fenicios y romanos del término municipal, destacando el casco griego del VII a.C.
Adorna la plaza la fachada plateresca del Palacio de Riquelme que data de principios del siglo XVI. A escasos metros y compartiendo un mismo espacio, Bodegas Tradición ofrece una selección de los mejores vinos y obras de grandes maestros de la pintura española de los siglos XV al XIX, la colección Joaquín Rivero.
Tras este espacio singular, un entramado de callejuelas dirige los pasos hacia los muros de la iglesia de San Juan de los Caballeros que guardan, según la leyenda, el juramento de lealtad al rey Sancho IV ante el asedio musulmán de 1285 y que los caballeros jerezanos sellaron con su sangre.
Dejando atrás esta iglesia enfrentamos la calle Chancillería, donde se ubicó el Alto Tribunal de Apelación de Castilla en época de Enrique IV hasta su traslado a Granada en 1505. Chancillería pone ante nuestros ojos la fachada neomudéjar del Convento de las Reparadoras, de ladrillo rojo y blanco y que hace esquina con la Plaza de San Juan.
Plaza San Juan
Pequeña y casi escondida entre los edificios del entorno, acoge el Centro Andaluz de Flamenco en el Palacio Pemartín, que data del siglo XV y que fue rehabilitado en los siglos XVIII y XX.
Desde esta Plaza, dejando a la derecha la calle Francos, eje comercial en el que los mercaderes no pagaban las franquicias impuestas a los comerciantes, un pequeño ensanche nos sitúa en la puerta de la Plaza de la Compañía.
Plaza Compañía
Presidiendo esta plaza encontramos la Sala Compañía, antigua iglesia jesuita recuperada como sala multiusos y que presenta su fachada de columnas repujadas y azulejos. Seguimos el trazado de calles sinuosas que nos guían por Calle San Marcos hasta una de las plazas más dinámicas de la ciudad, la de Rafael Rivero, seguida de Calle Tornería. Pero antes llegamos a la iglesia de San Marcos, que guarda un espectacular retablo del siglo XVII.
Plaza Rafael Rivero
La preside un busto del que fuera alcalde de la ciudad, Rafael Rivero, que trajo el primer caudal de agua a la ciudad desde el manantial de El Tempul que nace a unos 40 kilómetros de la ciudad. Esta céntrica plaza muestra la fachada neoclásica del Palacio de Domecq de la Riva y la fachada del barroco Palacio de los Pérez-Luna con su reloj solar de 1777. Disfrutar en esta plaza de un vino y una tapa es todo un lujo.
La calle Tornería, nombre que hace referencia a la presencia del gremio de torneros, es enlace entre Plaza Rafael Rivero y otra plaza bulliciosa en la que un coqueto templete y un majestuoso ficus invitan a hacer un descanso, la Plaza o Alameda del Banco.
Plaza del Banco
Llamada así popularmente porque aquí tuvo sede el Banco de España. En ella se ubica la Biblioteca Central, que goza del privilegio de ser la más longeva de Andalucía y una de las más antiguas de España. Se inaugura el 23 de abril de 1873, día Internacional del Libro por la Unesco en honor de Miguel de Cervantes realizando la crónica del acontecimiento, el propio padre Luis Coloma, autor del cuento ‘Ratoncito Pérez’.
La plaza abarca el solar que ocupaba el antiguo Convento de San Cristóbal y en ella se proyectó la primera sesión cinematográfica en Jerez.
Desde aquí hay que volver hacia calle Tornería para llegar a una de las plazas con más vida de Jerez y siempre ligada al comercio, la Plaza Plateros
Plaza Plateros
Debe su nombre a la concentración de la actividad comercial de orfebres y artesanos cristianos y musulmanes que trabajaban la plata. También ha tenido otros nombres, siempre relacionados con la actividad comercial: de las Berceras, del Pan, de los Mercaderes. Desde aquí se observa la iglesia gótico-mudéjar del siglo XIV-XV de San Dionisio y su Torre de la Atalaya. Restaurantes y cafeterías invitan al visitante a disfrutar su estancia en la ciudad antes de casi finalizar el paseo conociendo, primero, la Plaza de la Asunción.
Plaza de la Asunción
Llamada también de Los Escribanos, nombre que ostenta desde el siglo XV, al colindar con la Calle Letrados y acoger el Cabildo Viejo, construido en 1575. En ella se combinan el mudéjar de la iglesia de San Dionisio, Patrón de la ciudad, el neoclásico de las casas que la rodean como el palacio de la Condesa de Casares (antigua cárcel) y el estilo renacentista del Cabildo Viejo que, a la par, envuelven la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, de la que la plaza toma su nombre desde los años 50 en los que se inauguró el monumento.
Y encarando la última parte de este itinerario, dejamos a nuestra espalda la Plaza de la Asunción para llegar a la Plaza de la Yerba.
Plaza de la Yerba
En el Jerez amurallado era un pequeño espacio urbano que, junto con la Plaza Plateros, formaba el mercado del pan, hortalizas y berzas. Fue llamada también Plaza de las Vendedoras y de los Sombrereros por ubicarse en un espacio tan pequeño hasta once de estos artesanos. La Yerba nos lleva directamente a la Calle Consistorio, en la que se localiza la fachada del Ayuntamiento y nos conduce hasta el punto de comienzo de nuestra ruta, la Plaza del Arenal.