Una exquisita gastronomía gracias a los productos autóctonos, fruto de una geografía diversa, de un clima excelente, y del legado histórico dejado por los pueblos que habitaron este territorio, y que se refleja en una gastronomía diversa en sabores y aromas.
La fusión vino gastronomía representa el matrimonio ideal para disfrutar de uno de los grandes y mejores placeres que ofrece la ciudad.
Son tantas las combinaciones del jerez y la gastronomía típica local que la enogastronomía, o lo que es lo mismo, el arte de armonizar los sabores del vino y la gastronomía, nos invita a descubrir esta amplia oferta que seduce a todo el que la práctica.
La ciudad oferta un amplio catálogo de restaurantes, bares y tabancos que te sugieren un recorrido tan sorprendente como delicioso.
Entre los platos típicos encontramos la berza jerezana, riñones al jerez, cola de toro, chicharrones, quesos, o el plato típico de los viñadores 'el ajo de viña' que se sirve en los meses de otoño e invierno junto al vino joven, o el tocino de cielo y el Pedro Ximénez como delicatessen en los postres.